"este blog es sólo una forma de deshacer nudos que a veces quedan dentro..."

jueves, 24 de julio de 2014

Para tí, que no lo vas a leer. No es más que agua derramada de un vaso....

Odio el Nassica. Porque fue donde nos rompimos. Odio su cine. Porque mi cabreo no me dejó cogerte la mano, y disfrutar como tenia pensado. Odio su cola para las palomitas, porque si no hubiéramos estado ahí esperando, quizá no hubieras dicho nada, quizá no hubieran saltado mis estúpidos resortes. Odio sus terrazas, que nos quitaron la opción de hablar porque ya estaban cerrados. Odio su parking de fuera, porque recuerdo que te dije que me hacías infeliz y que no te soportaba. Odio mi coche, porque la primera vez que estuviste en él, en el asiento del conductor, fue primavera. Y ayer fue invierno, y se helaron los cristales, y pensé que iban a estallar en cualquier momento. Y perdí los nervios, y me odio por gritarte, porque nunca jamás te hubiera hecho el más mínimo daño. Me odio por ser borde, por dejar que rebosase el vaso, por no poder más y derramarme. Lloraba tanto, que en ese abrazo que me diste odié mi nariz, taponada, que no podía olerte. No te mire a los ojos pese a todo lo que insististe, porque sino no hubiera sido capaz de dejarte ir. Yo no me voy en las tormentas, pero me estaba ahogando. Odio el café donde quedamos la semana pasada para comer…aunque no comimos. Odio todas las fotos que no han surgido, y las que por gilipollas no me hice contigo. Seria una señal, así no tengo que ver nada que me duela. Odio el disco de Enrique iglesias. Odio a la India y su concierto de mierda, al que no ire. Odio el número 503 de un dorsal que he tenido que esconder para no verlo. Odio el paseo del delirio. Odio el vinagre. Y los bollitos de Albrahm. Odio las planchas. Odio el lcontactos. Odio tu móvil. Odio el italiano de Aranjuez. Odio Fuencarral. Odio el nombre de Martusky. Odio la canción de Estopa Cuando tu te vas. Odio Ontígola y sus gatos callejeros. Odio el chino de conde de casal. Odio todo esto porque lo he querido. 
Odio tu coche. Porque vi como se alejaba, y pensé que pararías. Pero creo que no hubiera tenido sentido, porque ya lo habíamos dicho todo.
Me he levantado con la sensación de…cómo deje que todo llegara a ese punto?...debía ser una tarde de risas, me prometiste no discutir. Jugué contigo al hielo, eso me hizo pensar que no estábamos tan lejos como pensábamos. Imaginaba nuestro primer cine de otra forma. No sé enfadarme y borrarlo, no sé que algo me duela y borrarlo en unos minutos. También soy consciente de que me puse hiriente. Creo que nos hicimos daño, pese a que no dudo que me quieras muchísimo, pese a que en el fondo espero que no dudes que te quiero muchísimo.
Dices que no lo intenté. Yo creo que si. A lo mejor no de la forma adecuada, pero lo intenté. Desde ese 13 de junio no pasó nada de todo lo que vaticinabas. No te dejé de lado, estuve ahí cuando me hablabas a escondidas, estuve ahí en tus vacaciones…y aun asi, recuerdas que discutíamos casi todos los días? Que era por no vernos decíamos…..
Ahora nos vemos más. Empezaba a tener muchos planes contigo. Queria cine, bolera, spa, retiro, enseñarte mis restaurantes, irnos de compras… Lo normal, no digo que fuera nada extraordinario, pero siempre has dudado de mi, que si estaría más agusto sin hablar contigo, que si de menuda me he librado, que si antes de anoche pensabas que estaba durmiendo fuera de casa, que si no te importo y me fui a ontígola a por ti…. Me da mucha pena, porque eres una mujer maravillosa, y seguramente con otro tipo de persona con la que encajes más no te hubiera pasado esto. Pero yo siempre voy a tener claro que no te di motivos para dudar de mi, ni para dudar de que me importabas, ni para que vieras que yo también aportaba cosas, yo también quería compartir cosas contigo.
Prefiero no saber lo que piensas de mi, pero si sirve de algo, ojala no dudes al menos de que te quiero y me importas. Que no supe hacerlo mejor. Que quizá ni nuestro sentido del humor sea compatible. Quizá somos muy opuestas. Quizá fuera mejor tu antigua forma de seleccionar a la gente. Quizá todo fue por un puto sombrero.
Me duele muchísimo faltar a mi palabra. Te iba a ayudar en serio con lo del trabajo. Con la casa. Queria que pasases ese mal trago lo mejor posible, pero yo te he causado tantos problemas como Cris, así que no soy una buena muleta en estos momentos.

Cuidate mucho. Un abrazo enorme, de los que deberían durar hasta el invierno.